Omar Darío Amestoy, 31 años
María del Carmen Fettolini, 29 años
Maria Eugenia Amestoy, 5 años
Fernando Amestoy, 3 años
María del Carmen Fettolini, 29 años
Maria Eugenia Amestoy, 5 años
Fernando Amestoy, 3 años
La familia Amestoy es asesinada el 19 de noviembre de 1976
en la “Masacre de la calle Juan B. Justo”,
San Nicolás de los Arroyos (Buenos Aires).
En septiembre de 2007, las familias continúan reclamando justicia.
1975
Omar Darío Amestoy
Mario Alfredo Amestoy
2006
.
Mario Alfredo Amestoy
Omar Darío nace el 4 de enero de 1945 en Nogoyá (Entre Ríos).
La familia Amestoy trabaja en la venta de textiles. Omar estudia Derecho. Se hace cargo del Registro de la Propiedad del Automotor de su ciudad natal. Compagina su trabajo con la militancia social en los barrios marginados de la ciudad. El suyo es uno de los registros modelo.
Omar es asesinado junto a su esposa, María del Carmen Fettolini, y sus dos hijos, María Eugenia, de cinco años de edad, y Fernando, de tres, en lo que se conoce como la 'Masacre de la calle Juan B. Justo', en la ciudad de San Nicolás de los Arroyos. El asesinato múltiple en la casa de los Amestoy es perpetrado por fuerzas conjuntas del Ejército Argentino y las policías Federal y Bonaerense.
Muchas bicicletas. El hermano de Omar recuerda la multitud de gente que con sus bicicletas acudió desde los barrios al entierro.
En la fotografía es domingo. Omar y su hermano Mario Alfredo han salido con sus familias al campo. Primavera de 1975. Un día de pesca y asadito en el puente de 'lo Navarret'.
En la fotografía es domingo. Omar y su hermano Mario Alfredo han salido con sus familias al campo. Primavera de 1975. Un día de pesca y asadito en el puente de 'lo Navarret'.
Puente de 'lo Navarret' (por Jaume Mestres)
Cerca del camino está el arroyo donde hoy nadie pesca.
Estoy sentado en un margen, principio del horizonte curvo que veo. Campos, arbustos y algunos árboles presencian tiempos felices y hogareños. Eso quiero creer.
Espero a mi amigo con la camisa blanca embolsada sobre mis rodillas.
Atento, me sorprende cómo, poco a poco, miles de caminos surcan los pastos. Caminos dibujándose con el rodar de muchísimas bicicletas. Cada vez más. Desde el horizonte hasta el chirriar del pedal y el graso engranaje cuando se acercan. Algunas se me cruzan. No cruza cuí alguno. Solo ciclistas con camisas blancas como la que me pidió mi amigo.
Cerca del camino está el arroyo donde hoy nadie pesca.
Estoy sentado en un margen, principio del horizonte curvo que veo. Campos, arbustos y algunos árboles presencian tiempos felices y hogareños. Eso quiero creer.
Espero a mi amigo con la camisa blanca embolsada sobre mis rodillas.
Atento, me sorprende cómo, poco a poco, miles de caminos surcan los pastos. Caminos dibujándose con el rodar de muchísimas bicicletas. Cada vez más. Desde el horizonte hasta el chirriar del pedal y el graso engranaje cuando se acercan. Algunas se me cruzan. No cruza cuí alguno. Solo ciclistas con camisas blancas como la que me pidió mi amigo.
-----------------------------------------
Raúl María Caire, 27 años
Es secuestrado junto a su mujer y sus dos hijos el 2 de noviembre de 1976 en Resistencia (Chaco). En septiembre de 2007, Raúl María continúa detenido-desaparecido.
1973
Raúl María nace el 19 de junio de 1949. Se crió en el pueblo de Arroyo Barú junto a sus diez hermanos. Raúl es un creyente comprometido que abandona su formación sacerdotal por discrepancias y presiones de la cúpula eclesiástica dirigida por monseñor Tortolo. Empieza a militar en la Juventud Peronista.
Al final del modesto pasillo donde están las celdas del seminario se encuentra el jardín de los jacarandás. En uno de ellos las flores siempre brotan blancas y contrastan con los violáceos del entorno. Tiempo atrás este jacarandá era igual a los otros.
Unos seminaristas escondieron una alianza en su tronco. En esta alianza se grabó: «No hay amor mas grande que dar la vida por los amigos. Jn, 15, 13».
Supo de la hazaña el temido monseñor director del centro, quien ordenó encontrarla. No toleraba acción alguna que no se acordara con la disciplina establecida. Dispuso le llevaran la alianza y, si era preciso, por ejemplo, talar el jacarandá. Por el empeño quedó de él un débil y mutilado madero sin resolverse el propósito. Los chicos fueron expulsados.
Extrañezas de la naturaleza, los dos siguientes años fueron los más lluviosos que se recordaban y por abono de estrellas el jacarandá rebrotó con fuerza. En tan corto tiempo retomó su recordada forma y desde entonces sus flores nacen blancas. Con los vientos, sus pétalos vuelan fuera del seminario. Maestras jardineras y gurises andan hacia allí a recogerlos en augurio de felices promesas.
Es secuestrado junto a su mujer y sus dos hijos el 2 de noviembre de 1976 en Resistencia (Chaco). En septiembre de 2007, Raúl María continúa detenido-desaparecido.
Andrés Servín
Raúl María Caire
Luisa Inés Rodríguez
2006
Andrés Servín
.
Luisa Inés Rodríguez
En 1974, la Alianza Anticomunista Argentina, grupo paramilitar conocido como “Triple A” y financiado por José López Rega, Ministro de Bienestar Social del gobierno de Isabel Perón, atenta con explosivos su automóvil. Asediado por las amenazas, Raúl pasa a la clandestinidad. El 2 de noviembre de 1976 es secuestrado junto con su mujer, Luisa Inés Rodríguez, y sus dos hijos. Ariel tiene dos años y medio y Adrián acaba de cumplir diez meses. La familia entera desaparece.
Después de diez días de torturas, el 13 de diciembre de 1976, Raúl María es asesinado en lo que se conoce como la “Masacre de Margarita Belén”.
El padre Servín, párroco de Nuestra Señora de Lourdes, se involucra, junto con la madre de Luisa, en la búsqueda y liberación de la esposa y los hijos de Raúl. Tras dos meses y medio de secuestro, privados de cualquier atención sanitaria tanto ella como los niños, Luisa Inés pasa a disposición del Poder Ejecutivo Nacional y permanece detenida hasta el final de la dictadura. Sus dos hijos son entregados a los abuelos y vuelven a casa, sin sus padres.En la foto, Raúl y Luisa contrayendo matrimonio. Oficia la ceremonia el padre Servín, amigo de ambos. Es un 24 de febrero de 1973.
En marzo de 2009, Raúl María continúa detenido-desaparecido.
El blanco jacarandá de la alianza (por Jaume Mestres)
Al final del modesto pasillo donde están las celdas del seminario se encuentra el jardín de los jacarandás. En uno de ellos las flores siempre brotan blancas y contrastan con los violáceos del entorno. Tiempo atrás este jacarandá era igual a los otros.
Unos seminaristas escondieron una alianza en su tronco. En esta alianza se grabó: «No hay amor mas grande que dar la vida por los amigos. Jn, 15, 13».
Supo de la hazaña el temido monseñor director del centro, quien ordenó encontrarla. No toleraba acción alguna que no se acordara con la disciplina establecida. Dispuso le llevaran la alianza y, si era preciso, por ejemplo, talar el jacarandá. Por el empeño quedó de él un débil y mutilado madero sin resolverse el propósito. Los chicos fueron expulsados.
Extrañezas de la naturaleza, los dos siguientes años fueron los más lluviosos que se recordaban y por abono de estrellas el jacarandá rebrotó con fuerza. En tan corto tiempo retomó su recordada forma y desde entonces sus flores nacen blancas. Con los vientos, sus pétalos vuelan fuera del seminario. Maestras jardineras y gurises andan hacia allí a recogerlos en augurio de felices promesas.
-----------------------------------------
Maria Irma Ferreira, 22 años
Es asesinada junto a su marido el 7 de enero de 1977 en Rosario (Santa Fe). En septiembre de 2007, la familia sigue reclamando justicia.
A las cinco y media de la madrugada del 7 de enero de 1977, las fuerzas dependientes del Segundo Cuerpo de Ejército bombardean la vivienda del 1.618 de la calle Cullen de la ciudad de Rosario. La destruyen por completo. Irma y Omar son asesinados. Su hijo de un mes y medio de vida sobrevive milagrosamente a la masacre. Martín Fernando pasará al cuidado de su tía Susana, quien lo criará. Hoy, él es militante de la Regional Paraná de la agrupación Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (HIJOS).
En la foto, Irma sonríe al lado de su hermana Susana una tarde de primavera de 1970. Están a punto de salir. Son amigas inseparables desde pequeñas. La foto es tomada por el mayor de sus trece hermanos.
El espejo (por Jaume Mestres)
Como sucedió en el terremoto de San Juan se rompieron los espejos.
Es asesinada junto a su marido el 7 de enero de 1977 en Rosario (Santa Fe). En septiembre de 2007, la familia sigue reclamando justicia.
Maria Susana Ferreira
María Irma nace el 3 de febrero de 1954 en Paraná (Entre Ríos). Irma estudia en la Facultad de Ciencias Agrarias. Es militante de la Juventud Universitaria Peronista. Será suspendida como alumna el 23 de abril de 1976 por el decano normalizador militar de la Universidad de Entre Ríos. Ante el terrorismo de estado, Irma y su compañero –ambos montoneros– pasan a la clandestinidad.
A las cinco y media de la madrugada del 7 de enero de 1977, las fuerzas dependientes del Segundo Cuerpo de Ejército bombardean la vivienda del 1.618 de la calle Cullen de la ciudad de Rosario. La destruyen por completo. Irma y Omar son asesinados. Su hijo de un mes y medio de vida sobrevive milagrosamente a la masacre. Martín Fernando pasará al cuidado de su tía Susana, quien lo criará. Hoy, él es militante de la Regional Paraná de la agrupación Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (HIJOS).
En la foto, Irma sonríe al lado de su hermana Susana una tarde de primavera de 1970. Están a punto de salir. Son amigas inseparables desde pequeñas. La foto es tomada por el mayor de sus trece hermanos.
Como sucedió en el terremoto de San Juan se rompieron los espejos.
El espejo de marco liso en la esquina de Paraná con Rosario tiene su mágica función con la memoria. Tenía su lugar en la conciencia colectiva y bien podía dibujar una ceja como trascender en la autoestima de un tango. Se sabe recopiló la verdad de miles de personas que buscaron inconscientemente en él una respuesta en un segundo, al paso. Ésa era la leyenda y a ello se acudía. A partir de un cierto momento dejó de hacerlo coincidiendo con que dejó de pasar diariamente una linda flaca. La mina vivía a una cuadra del espejo. Siempre al ir a la escuela se paraba un momentito. Silenciosa, se acercaba y luego se observaba a lo largo. Mera coquetería, creían muchos. Y no podemos decir que fuera otra cosa. O sí… Lo que dicen las “nonnas” es que el espejo se enamoró de la morocha.
Una horrible explosión en la vivienda partió el espejo en miles de fragmentos. Partió la esquina en dos. Curiosamente se amontonaron los espejitos cercanos en el piso. Un atorrante se dio cuenta de que en los fragmentos se reflejaban diversas imágenes y llamó la atención a la multitud. Cierto, en cada trocito podía verse la verdad de distintas gentes como cortos de cine. Miles de vidas. Pero alguien dio cuenta del único pedacito que quedó en pie, donde estaba la pibita con un niño.
-----------------------------------------
Es secuestrado el 17 diciembre de 1976 en Rosario (Santa Fe). En septiembre de 2007, Eduardo continúa detenido-desaparecido.
1969
1969
Gustavo M. Germano
Guillermo A. Germano
Diego H. M. Germano
Eduardo R. Germano
2006
Eduardo Raúl nace el 20 de febrero de 1958 en la ciudad de Villaguay (Entre Ríos). Es el mayor de cuatro hermanos. Con dieciséis años es elegido presidente del Centro de Estudiantes de La Salle y empieza a militar en la organización Montoneros.
En julio de 1976 es detenido durante nueve días en el centro clandestino de detención (CCD) del Escuadrón de Comunicaciones del Ejército en la ciudad de Paraná. Una vez puesto en libertad se traslada a la ciudad de Rosario, donde vive clandestinamente. El 18 de diciembre de 1976 acuerda una cita para encontrarse con sus padres. Veinticuatro horas antes es secuestrado por personal del Ejército Argentino y de la Policía de la Provincia de Santa Fe.
Durante días será torturado en el CCD, conocido como «El Pozo», que funciona en los sótanos de la Jefatura Central de Policía. Según la investigación realizada por su hermano Guillermo en los años inmediatamente posteriores a la dictadura, y contrastada recientemente por el Museo de la Memoria de Rosario, Germano fue asesinado el 23 de diciembre de 1976. Esa noche el propio Jefe de la Policía de Rosario, Comandante de Gendarmería, Agustín Feced, organiza un simulacro de atentado en el barrio de Fisherton en el que hace estallar los cuerpos torturados de Eduardo Raúl y su compañera. Según la información del Museo de la Memoria, Eduardo Raúl, “el Mencho”, fue enterrado el 4 de enero de 1977, sin identificación, en el cementerio de La Piedad y trasladado más tarde a un osario común.
La foto se realiza en un estudio fotográfico próximo a la frontera con Uruguay. La familia va de vacaciones. La policía argentina reclama una foto carné de los chicos para permitirles cruzar la frontera. Su padre decide hacerles una única foto. Sobre fondo blanco, de menor a mayor. No sin cierta reticencia, finalmente aceptan la instantánea, que sellan y grapan. Los Germano pasan la aduana. Hoy en día es una de las pocas imágenes que la familia conserva de los cuatro hermanos juntos.
Gustavo M. Germano
Guillermo A. Germano
Diego H. M. Germano
.
En julio de 1976 es detenido durante nueve días en el centro clandestino de detención (CCD) del Escuadrón de Comunicaciones del Ejército en la ciudad de Paraná. Una vez puesto en libertad se traslada a la ciudad de Rosario, donde vive clandestinamente. El 18 de diciembre de 1976 acuerda una cita para encontrarse con sus padres. Veinticuatro horas antes es secuestrado por personal del Ejército Argentino y de la Policía de la Provincia de Santa Fe.
Durante días será torturado en el CCD, conocido como «El Pozo», que funciona en los sótanos de la Jefatura Central de Policía. Según la investigación realizada por su hermano Guillermo en los años inmediatamente posteriores a la dictadura, y contrastada recientemente por el Museo de la Memoria de Rosario, Germano fue asesinado el 23 de diciembre de 1976. Esa noche el propio Jefe de la Policía de Rosario, Comandante de Gendarmería, Agustín Feced, organiza un simulacro de atentado en el barrio de Fisherton en el que hace estallar los cuerpos torturados de Eduardo Raúl y su compañera. Según la información del Museo de la Memoria, Eduardo Raúl, “el Mencho”, fue enterrado el 4 de enero de 1977, sin identificación, en el cementerio de La Piedad y trasladado más tarde a un osario común.
La foto se realiza en un estudio fotográfico próximo a la frontera con Uruguay. La familia va de vacaciones. La policía argentina reclama una foto carné de los chicos para permitirles cruzar la frontera. Su padre decide hacerles una única foto. Sobre fondo blanco, de menor a mayor. No sin cierta reticencia, finalmente aceptan la instantánea, que sellan y grapan. Los Germano pasan la aduana. Hoy en día es una de las pocas imágenes que la familia conserva de los cuatro hermanos juntos.
La búsqueda (por Jaume Mestres)
Me contó un refutador disidente de Dolina que por la ruta 9, detrás de un trucho restaurante al paso, hay una sórdida gomería. En su descuidado patio, entre parches, nafta, puchos y gomas rotas, husmeaban dos perros. Uno atado y el otro sin atar.
En un viaje hacia el norte antes del digital, el hombre esperaba apoyado en su rengo 600 para reparar la rueda. Fresco de nubarrón, sólo pensaba en pisar el acelerador y partir de una vez. De la nada se le acercó un flaco y elegante señor, cámara fotográfica en mano, quien le propuso retratarle allí mismo a cambio de dos “pesos ley”. Lejos de una típica plazoleta de San Telmo y sin entender le titubeó la negación y el porqué de tanta joda… “Da por cierto que en mi foto podrás encontrar algo que buscás”, le contestó.
Seducido, posó, y en un giro el flaco le abanicó la fotografía del revés. Se esfumó como llegó... Seguro de un engaño le dio vuelta a la foto y se sorprendió al verse posando en un lindo jardín, donde jugueteaban los dos perros libremente y le brillaban sus pupilas azul celeste al sol.
Me contó un refutador disidente de Dolina que por la ruta 9, detrás de un trucho restaurante al paso, hay una sórdida gomería. En su descuidado patio, entre parches, nafta, puchos y gomas rotas, husmeaban dos perros. Uno atado y el otro sin atar.
En un viaje hacia el norte antes del digital, el hombre esperaba apoyado en su rengo 600 para reparar la rueda. Fresco de nubarrón, sólo pensaba en pisar el acelerador y partir de una vez. De la nada se le acercó un flaco y elegante señor, cámara fotográfica en mano, quien le propuso retratarle allí mismo a cambio de dos “pesos ley”. Lejos de una típica plazoleta de San Telmo y sin entender le titubeó la negación y el porqué de tanta joda… “Da por cierto que en mi foto podrás encontrar algo que buscás”, le contestó.
Seducido, posó, y en un giro el flaco le abanicó la fotografía del revés. Se esfumó como llegó... Seguro de un engaño le dio vuelta a la foto y se sorprendió al verse posando en un lindo jardín, donde jugueteaban los dos perros libremente y le brillaban sus pupilas azul celeste al sol.
Textos del libro-catálogo de la exposición "Ausencias"
No hay comentarios:
Publicar un comentario